El acné puede tener múltiples causas, y tratarlo eficazmente requiere algo más que aplicar productos: es necesario entender a fondo el funcionamiento del cuerpo, los hábitos diarios y el entorno emocional.
Si te preguntas qué recomiendan los dermatólogos para el acné, aquí te compartimos una guía con enfoque integral, basada en la experiencia clínica y la evidencia científica más actual.
Recomendaciones en torno al cuidado de la piel
La piel acneica necesita una rutina coherente, respetuosa y constante. Estas son las prácticas más recomendadas:
- Higiene postural (especialmente frente a pantallas) Aunque suele pasarse por alto, la postura influye en la salud de la piel. Mantener la pantalla del ordenador a la altura de los ojos, así como sostener el móvil a una altura adecuada, evita que el rostro esté en contacto constante con las manos o superficies contaminadas. Esta precaución ayuda a reducir la fricción, la sudoración localizada y la proliferación bacteriana en la zona del mentón, mandíbula y cuello.
- Limpieza suave y constante
Dos veces al día, por la mañana y por la noche, utilizando geles dermatológicos específicos para pieles con tendencia al acné. Estos deben tener pH fisiológico (alrededor de 5.5) y activos como ácido salicílico o gluconolactona, que limpian en profundidad sin irritar. Es clave no frotar, sino masajear suavemente y enjuagar con agua templada. - Hidratación no comedogénica
Aunque la piel grasa puede parecer «hidratada», muchas veces está deshidratada. Usar emulsiones o geles con ingredientes como ácido hialurónico, glicerina o pantenol ayuda a mantener el equilibrio sin obstruir los poros. La etiqueta «oil-free» no siempre garantiza que el producto sea adecuado; lo ideal es que esté testeado dermatológicamente y sea no comedogénico.} - Activos dermatológicos específicos
Entre los más recomendados están el peróxido de benzoilo (bactericida y antiinflamatorio), la niacinamida (calmante y seborreguladora), y los retinoides (que favorecen la renovación celular). Su elección y concentración deben adaptarse a cada caso y ser progresivas para evitar irritaciones. - Fórmula de componentes de magnesio y sales minerales del Dr. Umbert
Se trata de una fórmula ideal para el cuidado de la piel, recomendada por expertos especializados. - Protección solar diaria
La radiación UV agrava la inflamación y favorece la hiperpigmentación postinflamatoria. Usar un fotoprotector oil-free, con acabado mate y filtros de amplio espectro (UVA + UVB + luz azul) ayuda a prevenir manchas y lesiones persistentes.
Recomendaciones alimentarias
Cada vez más dermatólogos consideran la alimentación como un factor clave en el tratamiento del acné. Estas son las pautas más relevantes:
- Reducir el consumo de azúcares simples
Azúcares refinados, bollería industrial y bebidas azucaradas elevan la insulina y el IGF-1 (factor de crecimiento similar a la insulina), dos hormonas que aumentan la producción de sebo y favorecen la aparición de granos. - Evitar lácteos en exceso
En especial la leche descremada, que puede contener más proteínas bioactivas que estimulan el IGF-1. No todos los organismos reaccionan igual, pero en personas sensibles, los lácteos pueden agravar el acné inflamatorio. - Aumentar alimentos con propiedades antiinflamatorias
El omega 3 (presente en pescado azul, semillas de lino y chía), los polifenoles de frutas y verduras coloridas, y especias como la cúrcuma ayudan a reducir la inflamación sistémica que puede empeorar el acné. - Beber suficiente agua
La piel necesita mantenerse hidratada para funcionar como una barrera eficiente. Se recomienda entre 1.5 y 2 litros diarios, ajustando según actividad física y clima.
Recomendaciones en torno al cuidado de la salud mental
El acné no solo es una afección dermatológica: también afecta y es afectado por la salud emocional. En ese sentido, regular el estrés y seguir ciertas pautas para un estilo de vida más armonioso mejora notablemente la respuesta al tratamiento:
- Gestionar el estrés cotidiano
El estrés crónico eleva los niveles de cortisol, una hormona que desequilibra las glándulas sebáceas y puede alterar la microbiota de la piel. Técnicas como mindfulness, yoga, respiración diafragmática o journaling ayudan a reducir esta carga emocional. - Evitar el espejo como enemigo
El checking obsesivo refuerza la autoexigencia y aumenta la ansiedad, creando un ciclo emocional negativo que puede impactar en la piel. Limitar el tiempo frente al espejo y cultivar una mirada más amable hacia el propio rostro es parte del tratamiento. - Dormir bien
El sueño profundo (entre 7 y 9 horas) regula hormonas como la melatonina, que tiene efectos antioxidantes y reparadores. La falta de sueño empeora la inflamación cutánea y retrasa la cicatrización.
Recomendaciones respecto al ejercicio físico
El movimiento corporal contribuye a la salud integral, pero hay ciertos cuidados que pueden marcar la diferencia cuando hay acné.
- Realizar actividad física regular
Al menos 3 veces por semana, ayuda a mejorar la oxigenación de la piel, a liberar endorfinas (que reducen el estrés) y a regular los niveles hormonales. Lo ideal es combinar cardio suave con fortalecimiento muscular. - Ducharse inmediatamente después
El sudor, si se queda atrapado bajo la ropa o sobre la piel, puede fomentar la proliferación de bacterias. Una ducha rápida y una limpieza con jabón suave luego de realizar actividad física previenen brotes en espalda, pecho y rostro. - Evitar ropa sintética ajustada
Las prendas que no permiten la transpiración generan fricción y calor local, lo que puede agravar el acné corporal. Se recomiendan telas naturales o técnicas como el dry-fit, que permiten que la piel respire. - En el caso de la natación, usar gafas y tubo, realizando el deporte idealmente durante 15 minutos, 3 veces por semana.
Consejos infalibles
Pequeños hábitos que, aplicados con constancia, pueden mejorar significativamente el estado de la piel:
- No tocarte los granos
Al manipular una lesión, se rompe la barrera cutánea y se diseminan bacterias. Además, aumenta el riesgo de hiperpigmentación y cicatrices atróficas. Si hay puntos blancos o inflamación, lo ideal es acudir a una limpieza profesional. - Cambiar las fundas de almohada cada 2 o 3 días
Durante la noche se acumulan restos de sudor, productos del cabello, células muertas y sebo. Estas condiciones favorecen la obstrucción de poros y la colonización bacteriana. - Limpiar el móvil con frecuencia
La pantalla del móvil entra en contacto directo con la piel de las mejillas, acumulando grasa, maquillaje y bacterias. Un paño con alcohol isopropílico 1 vez al día es suficiente para mantenerlo libre de agentes contaminantes. - Ser paciente
El acné mejora de forma progresiva. Los resultados reales suelen aparecer a partir de las 6-8 semanas de tratamiento continuo. Cambiar de producto constantemente solo genera irritación y frustración.
Recomendaciones si tienes un nivel moderado de acné
Cuando el acné es persistente pero no severo, los dermatólogos recomiendan intervenir con un enfoque preventivo y estructurado:
- Consulta dermatológica temprana
Abordar el acné en sus primeras etapas evita que evolucione hacia formas noduloquísticas o deje marcas. Un buen diagnóstico permite elegir activos eficaces sin necesidad de tratamientos agresivos. - Tratamiento combinado tópico
Usualmente se combinan agentes queratolíticos (como el ácido salicílico) con antibacterianos (como el peróxido de benzoilo). En casos hormonales leves, puede indicarse espironolactona o anticonceptivos orales. - Higiene facial profesional periódica
Una limpieza médica realizada por un especialista permite extraer comedones sin dañar la piel, prevenir infecciones y controlar la obstrucción sebácea. - Suplementos según indicación médica
El zinc, vitamina D, omega 3 y probióticos han demostrado beneficios en ciertos tipos de acné. No deben tomarse sin supervisión, ya que pueden generar efectos adversos si no están indicados.
Recomendaciones si tienes un nivel elevado de acné
En casos de acné severo o resistente al tratamiento, es indispensable un abordaje médico intensivo, controlado y multidisciplinario.
- Evaluación médica integral y estudios complementarios
Es necesario descartar causas hormonales, metabólicas o infecciosas. Un tratamiento sintomático sin diagnóstico profundo puede generar efectos secundarios y cronificar el cuadro. - Tratamientos sistémicos controlados
En estos casos se suele indicar isotretinoína oral, antibióticos como doxiciclina o anticonceptivos específicos. Estos fármacos requieren controles periódicos y un compromiso terapéutico sostenido. - Acompañamiento psicológico
El acné severo puede impactar en la autoestima, la vida social y el bienestar emocional. Un enfoque que incluya contención psicológica ayuda a sostener el tratamiento y a reducir el estrés asociado. - Asistencia personalizada e integral
En nuestra clínica ofrecemos un tratamiento de acné que va más allá de los protocolos estandarizados. Evaluamos a cada paciente como un todo, adaptando el tratamiento a su tipo de piel, su estilo de vida y sus necesidades emocionales, con un enfoque respetuoso y actualizado.