¿Sufres a menudo problemas digestivos como dolor de barriga, dolor de estómago, hinchazón, gases malolientes, diarrea o estreñimiento, eructos, pesadez, acidez? La explicación para estos problemas no suele ser única. Influyen factores como la dieta, el estrés o los nervios, medicaciones, historia pasada o reciente de infecciones o intoxicaciones alimentarias. Pero la mayoría de pacientes con estos problemas además pueden tener genes (desde el nacimiento o adquiridos a lo largo de la vida) que favorecen o protegen contra la aparición de estos problemas tan comunes. Un porcentaje importante de estos pacientes sufren además dolor de cabeza, ansiedad o depresión, insomnio, llagas en la boca, dolores musculares y articulares, dolor ginecológico, problemas urinarios, y enfermedades asociadas tanto del aparato digestivo como de otros órganos. Ejemplos de esta asociación son la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica, la sensibilidad química múltiple, etc
Si este es tu problema y lo sufres hace meses o años tienes que tener en cuenta varias cosas. El médico tendrá que realizar algunas pruebas para estudiar el origen de tus problemas. No es raro que tras estas pruebas se pueda detectar algún problema específico: intolerancia al azúcar de la leche (lactosa) o de las frutas y verduras (fructosa); alergia a algún componente de los alimentos (alergia a la proteína LTP); infección por parásitos o bacterias en el aparato digestivo; inflamación en el intestino; aumento de la permeabilidad de las paredes del tubo digestivo; intolerancia a los cereales, el pan o la pasta; piedras en la vesícula biliar; mala absorción de vitaminas o de ácidos biliares…. En fin, son muchas y muy variadas las causas que lo pueden explicar y con frecuencia no hay solo una causa sino varias.
El mensaje positivo es que en la mayoría de los casos podemos ayudarte a restablecer la normalidad en tu vida combinando diferentes tratamientos que van desde los más sencillos, pero necesarios, como comer bien y sano, hacer ejercicio o aprender a relajarse, hasta otros tratamientos más específicos como el uso de fármacos o productos sanitarios y complementos alimentarios. Es muy importante que tu médico tenga experiencia en estas enfermedades para conseguir un restablecimiento exitoso. A menudo es necesario visitar no solo al médico sino a diferentes profesionales sanitarios, normalmente dirigido por el profesional médico.