La integración de la cirugía, la radioterapia,  la farmacología y la tecnología foto-lumínica, es la práctica común en los tratamientos del cáncer de piel.

Hay un tipo de tumores cutáneos como el melanoma o el carcinoma espinocelular en los que el sistema inmune se bloquea y no actúa, lo que hace que estas enfermedades tengan un peor pronóstico.
Actualmente la utilización de la inmunoterapia ha permitido un gran avance en la patología tumoral, pero no se han resuelto los efectos adversos de estos tratamientos.

El control de la inflamación, la medicina personalizada y el uso de antioxidantes nos pueden resolver estos problemas, nos permite tratar este tipo de enfermedades aplicando un tratamiento adicional y se consigue  una mejor curación con la personalización de los mismos.
Explicar al enfermo el esquema básico de su enfermedad es esencial para que genere conocimiento, y así poder modificar conducta. El paciente ha de ser parte activa en el tratamiento de su enfermedad y potenciar una medicina de equilibrio, intentando evitar en lo posible el exceso de fármacos.

La potenciación del equilibrio físico (columna vertebral, y ejercicio constante), y la potenciación de los ejercicios que ayudan a regular la mente, son considerados como fundamentales para la curación de las enfermedades.