Eliminar cicatrices de acné profundas

Eliminar cicatrices de acné profundas

Las cicatrices de acné profundas —también descritas como cicatrices atróficas (en forma de hendidura) o deprimidas— representan uno de los retos más complejos en dermatología estética.

Su aparición puede afectar tanto a la textura de la piel como a la confianza personal. Afortunadamente, hoy disponemos de una variedad de tipos de tratamiento avalados por la comunidad dermatológica de prestigio para mejorar visiblemente estas marcas.

En este artículo abordaremos por qué aparecen, cómo se clasifican, y cuáles son los tratamientos más eficaces para eliminarlas, o al menos atenuarlas.

¿Por qué aparecen las cicatrices de acné profundas?

Cuando un brote de acné penetra profundamente en la piel e inflama el tejido dérmico o subdérmico, el proceso de reparación puede dejar una pérdida de colágeno o de tejido que da lugar a una cavidad visible o a una depresión en la piel. Algunos puntos clave son:

  • La inflamación severa daña el colágeno y la matriz de la piel, provocando que la superficie se hunda al cicatrizar.
  • Cuanto más profundo fue el brote, mayor riesgo de que la cicatriz sea profunda y visible.
  • Los tipos de cicatrices varían según el daño: algunas son superficiales, otras mucho más insertadas en la estructura dérmica.
  • Aunque la piel tiende a regenerarse, en muchos casos la cicatriz ya está establecida y requiere intervención especializada.

Para lo anterior, es importante entender los distintos patrones de cicatrización si queremos abordar el tratamiento más adecuado.

Clasificación de las cicatrices del acné profundas

En dermatología, las cicatrices del acné que requieren técnicas más intensivas suelen agruparse en varias categorías:

  • Cicatrices en “picahielos” (ice-pick scars): Depresiones muy profundas, estrechas (< 2 mm) que penetran en la dermis y son difíciles de tratar. 
  • Cicatrices en “boxcar”: Depresiones más redondeadas, con bordes definidos de diámetro medio (≈1.5 a 4 mm) que afectan la superficie. 
  • Cicatrices en “rolling” (ondas): Superficialmente más amplias, con bordes menos definidos, a menudo causadas por bandas fibrosas que “tiran” del tejido hacia adentro.

Cada tipo presenta un mecanismo distinto y por ello requiere un enfoque terapéutico adaptado. Como resumen: las cicatrices profundas no desaparecen por completo con facilidad, pero sí pueden mejorar de forma significativa con tratamientos adecuados. 

Tipos de tratamiento para eliminar cicatrices de acné profundas

Aquí explicamos las principales estrategias disponibles para combatir cicatrices de acné profundas. En cada caso, se recomienda consultar con un dermatólogo para definir la combinación óptima según el tipo de piel, el fototipo, la localización de las cicatrices y el grado de daño.

1. Técnicas de “levantamiento” (lifting) y relleno

Estas intervenciones pretenden rellenar o liberar la cicatriz para elevar la superficie cutánea.

  • Subcisión: Se inserta una aguja para romper las bandas fibrosas que tiran de la cicatriz hacia dentro, permitiendo que la zona se eleve con nuevo colágeno.
  • Elevación/punch excisión: En cicatrices muy localizadas, se elimina el fragmento de piel cicatrizada (punch excision) o se eleva el tejido para sustituirlo por uno sano.
  • Rellenos dérmicos (hialurónico, colágeno, grasa autóloga): Ideales como complemento, ayudan a mejorar volumen, aunque el efecto puede requerir mantenimiento.

Valor añadido de esta vía:

  • Permite atacar directamente la estructura anatómica responsable del hundimiento.
  • En combinación con otros métodos mejora sustancialmente los resultados.
  • Reduce el efecto de “sombra” o profundidad de la marca.

2. Tecnología energética (láser, radiofrecuencia, microneedling)

Las fuentes basadas en energía estimulan la producción de colágeno y remodelan la piel, reduciendo la visibilidad de las cicatrices profundas.

  • Láser ablativo de CO₂ fraccionado: Muy eficaz para cicatrices atróficas profundas al eliminar capas de piel y estimular colágeno.
  • Láser fraccionado no ablativo o combinado: Menos tiempo de recuperación y riesgo menor, aunque resultados más moderados.
  • Microneedling + radiofrecuencia: Una combinación efectiva para tratar cicatrices profundas, con menor tiempo de inactividad.
  • Radiofrecuencia fraccionada: Buena opción para pieles de fototipo más oscuro, menor riesgo de hiperpigmentación.

Ventajas de esta categoría:

  • Favorece la regeneración interna de la dermis, corrigiendo la estructura de colágeno.
  • Puede alcanzar capas más profundas que simples exfoliaciones superficiales.
  • Permite tratar grandes áreas con cicatrices de forma homogénea.

3. Dermoabrasión, peeling químico y técnicas superficiales

Aunque estas técnicas no siempre eliminan completamente cicatrices profundas, siguen siendo útiles como parte de un plan combinado.

  • Dermoabrasión: Eliminación mecánica de la capa superficial de piel. Su uso se reserva para cicatrices de mayor severidad y se asocia mayor tiempo de recuperación.
  • Peelings químicos (medios y profundos): Permiten mejorar textura y trabajar sobre marcas no tan profundas; como paso previo a otros tratamientos más agresivos.

Cuando aplicar estas técnicas:

  • Cicatrices moderadas o como preparación para tratamientos más agresivos.
  • En combinación con protección solar rigurosa y corrección de rutinas para evitar empeoramiento.
  • Siempre integradas en un plan supervisado por un especialista.

4. Cirugía y técnicas combinadas

Para cicatrices muy profundas y resistentes, la cirugía menor o la combinación de múltiples técnicas puede ser la mejor apuesta.

  • Extracción quirúrgica del tejido cicatricial (punch excision) + láser ablativo: Un protocolo recomendado en publicaciones científicas para cicatrices atróficas graves.
  • Construcción de injertos de piel o trasplante de grasa autóloga: En casos de pérdida de volumen severa.
  • Siempre que se realice cirugía, requiere cuidados post-tratamiento, protección solar intensa y mantenimiento.

Puntos clave:

  • No es un solo método el que asegura el mejor resultado, sino la combinación adecuada para cada paciente.
  • Los tiempos de recuperación pueden variar y los resultados no siempre son inmediatos: algunos empeoramientos temporales pueden ocurrir antes de mejorar.

Qué tener en cuenta antes de emprender un tratamiento

  • La piel sana y protegida responde mejor a los tratamientos. Es fundamental limitar la exposición solar, evitar manipular granos, y seguir rutinas suaves.
  • No existe una técnica que garantice la “eliminación total” de las cicatrices profundas, pero sí mejoras apreciables si el tratamiento está bien dirigido.
  • El estado general de salud, los medicamentos que se estén tomando y los antecedentes dermatológicos deben considerarse en la planificación.
  • Recuperación: tratamientos más agresivos conllevan mayor tiempo de inactividad, posibles enrojecimientos, riesgo de pigmentación post-inflamatoria en pieles oscuras.
  • Coste y continuidad: algunas técnicas requieren mantenimiento periódico (rellenos, sesiones de láser de refuerzo).

Ejemplo de plan combinado para cicatrices profundas

Para ilustrar cómo se podría articular un plan terapéutico realista:

  • Paciente con cicatrices tipo ice-pick y boxcar en mejillas, piel fototipo II.
  • Paso 1: Subcisión para liberar bandas fibrosas de las cicatrices tipo “rolling”.
  • Paso 2: Láser CO₂ fraccionado para las depresiones tipo boxcar, con protocolo de 1-2 sesiones.
  • Paso 3: Punch excisión en las cicatrices tipo ice-pick más profundas, seguida de relleno dérmico en zonas seleccionadas.
  • Paso 4: Mantenimiento con microneedling + radiofrecuencia cada 4-6 meses para estimular colágeno y mejorar textura.
  • Paso 5: Protección solar diaria SPF 50+, rutina facial suave, evitar manipulación de la piel.
  • Paso 6: Revisión anual para valorar resultados y decidir sesiones de refuerzo.

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