Tratamiento rojeces
Las rojeces son la respuesta de las pieles sensibles a los cambios de temperatura, al frío, al viento, a algunos productos cosméticos irritantes, etc.
Suelen ser intermitentes y se producen en todo tipo de pieles. Si se vuelven permanentes pueden acabar produciendo eritrosis o incluso cuperosis o rosácea.
Aunque se desconoce su origen, existen varios factores que las agravan como la exposición al sol o a temperaturas extremas, el consumo de alcohol o de alimentos picantes, el estrés, las alteraciones hormonales, el uso de algunos cosméticos e incluso factores emocionales.
Hoy en día, sin embargo, las rojeces pueden tratarse. Existen diferentes opciones: los productos dermocosméticos como el ruscus, los antibióticos orales, la electrocoagulación o el láser.